Yo misma, en otro momento.

Hoy me pasó algo tan intenso que recordé mi blog.

Hace muchísimo tiempo no escribo acá (todo el 2014 sin escribir ¡wow!), he encontrado muchas maneras de drenar mis pensamientos.
Le guardo mucho cariño a mi blog, no soy constante ya que sólo lo utilizo cuando tengo ciertos sentimientos guardados o cuando necesito dejarle una carta al mundo. Así mismo, siento que acá guardo muy puros momentos, sin el afán de nada.
Ahora reingresé y blogger me abrió las estadísticas casi automáticamente, donde vi algunos de los pocos comentarios que tiene y las visitas que ha logrado (que sin duda son las que más me llaman la atención...). Fue bonito pensar que hay gente por ahí que me otorgó un par de minutos de su vida, para simplemente hablar de lo que mis dedos propusieron en ese instante.

Siempre que ordeno mi cuarto me pasa que voy encontrando papel tras papel y mi atención se desvía hacia la nostalgia, convirtiendo una tarea de no más de 2 horas, en un día completo. Bueno, esta no fue excepción, reingresé a mi blog y me encontré tantas entradas anteriores que comencé a darles una pequeña leída con sabor a perdón por el tiempo botado.

Y sorpresivamente, me encontré.

Fue leerme en tiempos pasados, otras metáforas, otras veces. Anteriores.

Y sorpresivamente, me hablé.

Entré buscando desahogar mis letras en el espacio que había dejado para ellas, pero me encontré con mensajes de mí misma, reflexiones pasadas que volvieron a mi presente, dándome a entender lo que en ese instante entendí y quise dejar acá. Casi sin darme cuenta, casi sin pensarlo, me estaba hablando.
Siempre que escribo me imagino hablándole a alguien, a veces es a alguien en particular, a veces sólo a mi misma, a veces a un público imaginario, a veces al mundo entero. Pero todo siempre en tiempo anterior, dándole adjetivos curativos al blog, hablando de 'pasado', de sentimientos que ya se produjeron y como final me impulsaron hacia acá... jamás escribí pensando a futuro. Jamás en otro presente, ese donde volvía a leer y me entendía. Donde podría comentarme a mí misma. Donde la reflexión estaba hecha, pero se había olvidado.
Por ahí tengo una entrada donde hablo respecto a cómo de pequeños nos imaginábamos cuando grandes.
Me voy con la sorpresa de sentir lo inverso... o parecido.



Nada de esto quita lo que sentí hoy, pero quizás lo deje para otra entrada. Bienvenido el 2015.

Desde aquí: Quizás yo en otro momento.

Comentarios

Entradas populares