No conformarse + Julie & Julia
Estos días de vacaciones he estado un poco alejada del Blog, siendo que lo estaba retomando con gran fuerza.
¿La razón?, he estado muy concentrada en terminar de escribir un proyecto que llevo durante años. Aproximadamente unos 6 años. Me queda poco para terminarlo. También me queda poco para entrar de nuevo a clases, por lo que estoy apurando el paso.
Han sido tardes muy encantadoras junto a mi madre, debido a que se encuentra sin trabajo hemos podido disfrutar de unas agradables (y un poco obligadas) vacaciones.
Hoy vimos una película que tenía en mente hace años, Julie & Julia.
Esta película trae a nosotros una tierna y dulce historia. Está basada en dos libros y dos historias reales.
Julia Child (La primera en el afiche) es una famosa cocinera y Julie Powell (la de abajo), una mujer con grandes aspiraciones.
Julie Powell, cansada de sentir que no vale nada, descubre que la cocina es el único lugar donde se siente totalmente a gusto. Así, toma la decisión de crear un Blog (A quién me recuerda...) y se adjudica la siguiente misión: Cocinar las más de 500 recetas publicadas en un famoso libro de Julia Child durante el plazo de 1 año (365 días para los perdidos...).
Paralelo a esto, nos muestran cómo Julia Child llegó a publicar ese libro, varios años atrás, causando gran curiosidad la similitud en las vidas y en los detonantes que hicieron que ambas lograran lo que se propusieron.
La película deja una agradable sensación de logro (y un enorme apetito).
Pese a que lo hago poco a mi me encanta cocinar, es una de las grandes cosas que disfruto estando en mi casa. Es un trabajo arduo, requiere tiempo, paciencia y dedicación. Pero el final... cuando sacas el pastel del refrigerador y ves que tiene la forma que querías, o sacas la masa del horno y ves que sí subió, o simplemente partes la carne y notas que sí funcionó... que todo lo que hiciste funcionó. Ese es un gran placer. Un placer que la cocina te entrega de manera inmediata. O casi inmediata. O ni te entrega, pero te esfuerzas por lograrlo. A veces sólo que se parezca a lo que tenías en mente basta para darte una enorme y gratificante sensación de logro y esperanza. Total... la siguiente saldrá mejor.
Así como "la siguiente saldrá mejor" día a día está el esfuerzo personal de mejorar las personas que somos.
Las metas personales tienen la particularidad de que son "personales", como el nombre lo indica. Son de cada quien. Tienen raíces internas con nosotros mismos que nos impulsan a querer lograrlas.
Una meta personal no es un favor a otra persona, o una obligación, o algo que otro pueda entender. Una meta personal es algo que sólo nosotros podemos concebir en su forma más pura...
Cada día, la gran mayoría de nosotros, nos preguntamos por qué somos lo que somos... y nos imaginamos algo mejor. Ese ideal de nosotros mismos que día a día nos molesta, nos produce envidia, nos disgusta y -muchas veces- termina por entristecernos.
Pero yo, gatitos, pienso que eso no debería ser así.
No se sientan mierdas por no ser lo que aspiran porque son, exactamente, esas aspiraciones las que nos hacen querer mejorar. Tienen un ideal que quieren lograr y eso habla bien de cada uno de nosotros. No conformarse consigo mismos debería ser un impulso a seguir luchando, seguir trabajando con nosotros mismos, no a desfallecer.
Si no te conformas, no serás nunca como esas mierdas de personas que habitan nuestro planeta.
Si no te conformas, ese pastel te saldrá cada vez mejor. Esas galletas quedarán cada vez más crujientes. Esa carne quedará cada vez más jugosa.
Sin conformismos la vida es una constante lucha por lograr algo que quizás parezca utópico.
Pero ¿para qué sirven los días si no para usarlos?, ¿de qué sirve la vida si no para vivirla?.
Si no te conformas, ese plato quedará como el de la foto.
Si no te conformas, ese ideal que llevas dentro será el que todos vean.
Desde aquí: luchemos día a día para que nuestra imaginación se haga realidad.
Sólo me resta decir... Bon apettit! :)
¿La razón?, he estado muy concentrada en terminar de escribir un proyecto que llevo durante años. Aproximadamente unos 6 años. Me queda poco para terminarlo. También me queda poco para entrar de nuevo a clases, por lo que estoy apurando el paso.
Han sido tardes muy encantadoras junto a mi madre, debido a que se encuentra sin trabajo hemos podido disfrutar de unas agradables (y un poco obligadas) vacaciones.
Hoy vimos una película que tenía en mente hace años, Julie & Julia.
Esta película trae a nosotros una tierna y dulce historia. Está basada en dos libros y dos historias reales.
Julia Child (La primera en el afiche) es una famosa cocinera y Julie Powell (la de abajo), una mujer con grandes aspiraciones.
Julie Powell, cansada de sentir que no vale nada, descubre que la cocina es el único lugar donde se siente totalmente a gusto. Así, toma la decisión de crear un Blog (A quién me recuerda...) y se adjudica la siguiente misión: Cocinar las más de 500 recetas publicadas en un famoso libro de Julia Child durante el plazo de 1 año (365 días para los perdidos...).
Paralelo a esto, nos muestran cómo Julia Child llegó a publicar ese libro, varios años atrás, causando gran curiosidad la similitud en las vidas y en los detonantes que hicieron que ambas lograran lo que se propusieron.
La película deja una agradable sensación de logro (y un enorme apetito).
Pese a que lo hago poco a mi me encanta cocinar, es una de las grandes cosas que disfruto estando en mi casa. Es un trabajo arduo, requiere tiempo, paciencia y dedicación. Pero el final... cuando sacas el pastel del refrigerador y ves que tiene la forma que querías, o sacas la masa del horno y ves que sí subió, o simplemente partes la carne y notas que sí funcionó... que todo lo que hiciste funcionó. Ese es un gran placer. Un placer que la cocina te entrega de manera inmediata. O casi inmediata. O ni te entrega, pero te esfuerzas por lograrlo. A veces sólo que se parezca a lo que tenías en mente basta para darte una enorme y gratificante sensación de logro y esperanza. Total... la siguiente saldrá mejor.
Así como "la siguiente saldrá mejor" día a día está el esfuerzo personal de mejorar las personas que somos.
Las metas personales tienen la particularidad de que son "personales", como el nombre lo indica. Son de cada quien. Tienen raíces internas con nosotros mismos que nos impulsan a querer lograrlas.
Una meta personal no es un favor a otra persona, o una obligación, o algo que otro pueda entender. Una meta personal es algo que sólo nosotros podemos concebir en su forma más pura...
Cada día, la gran mayoría de nosotros, nos preguntamos por qué somos lo que somos... y nos imaginamos algo mejor. Ese ideal de nosotros mismos que día a día nos molesta, nos produce envidia, nos disgusta y -muchas veces- termina por entristecernos.
Pero yo, gatitos, pienso que eso no debería ser así.
No se sientan mierdas por no ser lo que aspiran porque son, exactamente, esas aspiraciones las que nos hacen querer mejorar. Tienen un ideal que quieren lograr y eso habla bien de cada uno de nosotros. No conformarse consigo mismos debería ser un impulso a seguir luchando, seguir trabajando con nosotros mismos, no a desfallecer.
Si no te conformas, no serás nunca como esas mierdas de personas que habitan nuestro planeta.
Si no te conformas, ese pastel te saldrá cada vez mejor. Esas galletas quedarán cada vez más crujientes. Esa carne quedará cada vez más jugosa.
Sin conformismos la vida es una constante lucha por lograr algo que quizás parezca utópico.
Pero ¿para qué sirven los días si no para usarlos?, ¿de qué sirve la vida si no para vivirla?.
Si no te conformas, ese plato quedará como el de la foto.
Si no te conformas, ese ideal que llevas dentro será el que todos vean.
Desde aquí: luchemos día a día para que nuestra imaginación se haga realidad.
Sólo me resta decir... Bon apettit! :)
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