Un recado

Entonces recordé.
Entonces descubrí.
Entonces leí.

He parido luz difusa, ahí apareces tú.
Aparece la nostalgia.
Aparece la rabia e impotencia.
Aparece la desilusión y el dolor.
Aparece la desesperanza de esto que intenté construir pero que de pronto me pareció imposible.

¿Es así?
¿Es imposible?
¿Soy posible?

Recibí tu recado pero no decía nada de esto.
Me hablaste de arrepentimiento. Me hablaste de nostalgias. Hiciste preguntas pero nunca viniste por tus respuestas.

Yo supe muchas cosas y aún así intenté obtener mis respuestas. Pero nunca me las diste.

Y todo indica que se te hizo tarde.

Tengo un montón de cosas que decirte.
Tuve un montón de cosas que darte.
Pero todo indica de que es tarde, debo irme.

Me lastima el corazón irme así.
Me lastima el corazón no decirte todo lo que quise.
Me lastima el corazón que no me demuestres. (Lo que no sé si hay)

Me lastimó el corazón todo lo que hiciste
Me lastimó el corazón todo lo que ocultaste
Me lastimó el corazón todo lo que dijiste

Aún así fui por ti.

Pero me lastimará el corazón encontrarme una vez más con eso que no quiero volver a encontrarme.
Con eso que ahora eres. Ahora hace mucho tiempo. Con eso que me hace escarbar en ti para encontrar otra cosa. Con eso que me hace luchar sola, con fuerzas que ya no tengo para ti, pero que tuve, y jamás lo olvidaré.

Jamás lo olvidaré. Tu eco. Tu eco. Tu eco.

Y mientras tu eco sigue rebotando en el silencio, yo desaparezco de ahí.

Me esfumo.

Dejándote un recado:

Pudiste.