Aquellas "cositas"...

Ah!, puta madre me quemé con el té.
No, pero está bien. Quemarse con el té está bien. Si no me quemo con el primer sorbo es porque lo que me serví es una mariconada de tecito y no me va a calentar niuna mierda ;).
Eso de que el Té es para señoras mis pelotas, el té es para rudos. Es como la ducha, si le pones la mano y la porquería no te quema entonces no sé a qué te meterás porque con agüita y refregándote como nenita el SARRO que tienes ahí en el tobillo no se saldrá, queridos.
No hay como abrir la puerta del baño y que detrás tuyo salga una bocanada de vapor. Te sientes como en una película de Will Smith o algo así posero. Como salir del baño y que detrás haya una explosión grandiosa mientras tú caminas con reducción de fotogramas y una mirada sensual.

Mi madre, por ejemplo, grita cual monja pariendo cuando ve partidos de fútbol de la selección en la televisión. Ha alcanzado un nivel SUPREMO en esto de hablarle a la TV, gatos, algo fuera de este mundo. No sólo les GRITA, sino que les da órdenes, les dice qué hacer, ¡por si fuera poco, les apunta en la pantalla hacia dónde deben tirar la pelota! (ahí es cuando yo le digo; anda! dile más fuerte para que te escuche! hahaha). Es más, se esconde en el sillón cuando hay peligro de gol.

En fin, hay cosas así en nuestro cotidiano que sólo así las hacemos (bien o mal). Cada uno tiene sus mañas.

Aquí una breve lista de algunas enfermas "cositas" que me hacen una loca acosan mi rutina:

- Le tengo fobia a la electricidad, por lo que SIEMPRE me pongo zapatos (o como mínimo calcetines) cuando me voy a secar el pelo, no me pongo frente al microondas y desenchufo las cosas con mucho vigor.
- Me gusta que las cosas quemen. El té, la ducha, la comida y... algunas cosas pasadas las 12.
- Abro la puerta del baño cuando me voy a lavar las manos.
- Leo la fecha de vencimiento de prácticamente todo lo que como.
- Siempre huelo lo que comeré antes de ingerirlo
- Si no me dicen qué es... no me lo como.
- Me visto de abajo hacia arriba.
- Me desvisto de arriba hacia abajo.
- Siempre llevo un par extra de calcetines a mis viajes.
- Llevo un libro que nunca leo en mi mochila... por si acaso.
- Canto "Feliz cumpleaños" bajito
- Siempre antes de dormir tomo toda la ropa y desorden que está sobre la cama y lo pongo en la silla.
- Siempre al despertar tomo todo lo de la silla y lo pongo sobre la cama.
- Me como el relleno de la galleta y después la galleta.
- Me como la cobertura de chocolate y después el helado.
- Duermo bien abajo de la cama, para que la frazada me acobije.
- El volumen lo dejo al final de la letra E, o a comienzos de la M. Si no en números múltiplos de 5 (o sea que terminen en 0 o en 5)
- Mato cualquier zancudo que habite mi pieza antes de dormir.
- Muevo la cabeza hacia los lados para comprobar que lo que hice está bien.
- Escribo con 6 dedos + 2 que uso para el espacio y el shift
= 8 en total. ¿Qué hacen los 2 restantes? ¡Pajeros!.
- Prendo el computador: abro Facebook, MSN, Deviantart, Gmail y Twitter.
- Veo sólo la esquina superior izquierda de las películas de terror.
- Si, me tapo la cara.
- Canto en la calle.
- Si pasa alguien tarareo.
- Me cuesta parar de reírme en el cine.
- Me acuesto en el lado de la cama que da hacia la puerta.
- Dejo la puerta cerrada.
- En verdad no multiplico, sumo.
- Cuando me concentro me muerdo el labio por dentro.
- No me gusta que me cambien los planes a última hora. De hecho me irrita.
- Guardo estupideces durante años. Como el papelito de dulce de aquel día, el juguete idiota que compré una vez o la piedra que encontramos esa vez. También la materia que anoté ese día, el cuaderno que ya fue y la fotocopia extra que salió. ¡Algún día me servirán!

Qué me ven.
¡Apuesto que ustedes gatitos también tienen cosas cagadas de la cabeza como esas!
Claro, si las anotan como lo acabo de hacer claramente parecerán unos inadaptados sociales, PEEERO... es importante recalcarrrrrr... que son estos mismos idiotas detallitos los que nos hacen ser nosotros mismos y nuestro entorno :).

Eso sonó muy cursi.

Pero a lo que voy es que así se vive la vida, no tratando de parecerle algo al resto o de verse bien haciéndolo... o de parecer normal.
Señores, no somos normales. ¡NO! ¡SOMOS! ¡NORMALES!.
Las locuras personales hay que vivirlas con intensidad, más que mal así somos. Además le dan sabor a nuestros quehaceres.

Si mi madre no fuera poseída en cada partido, sería en verdad muy aburrido verlos en casa.
Si mi té no quemara en el primer sorbo, no lo disfrutaría.
Si no encontrase que están todos locos, jamás me enamoraría.

Si todos fuésemos "normales", no habría gusto alguno en otra persona.

Desde aquí; ¡la locura es lo más sano que tenemos!

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